Algunos eruditos modernos consideran que el libro de Jonás es una obra de ficción debido a sus elementos sobrenaturales. Sin embargo, 2 Reyes 14:25 presenta a Jonás como una figura histórica que vivió durante el reinado del rey Jeroboam II, y el propio Jesús hace referencia a Jonás y a los acontecimientos del libro como hechos reales (Mateo 12:39-41). Negar la historicidad de Jonás equivaldrÃa a cuestionar el conocimiento o la honestidad de Jesús, cosa que los cristianos no harán. Sabiendo que Jonás fue una persona histórica real y que Dios puede hacer milagros, podemos afirmar con seguridad que el libro de Jonás relata hechos reales. Se necesita un sesgo naturalista contra las Escrituras para argumentar lo contrario.
Más allá de sus lecciones sobre la obediencia y la misericordia de Dios, la narración de Jonás ofrece numerosas conexiones con Jesús. El tiempo que Jonás pasó en el vientre del pez prefigura el entierro de Jesús, y su mensaje de arrepentimiento a NÃnive es paralelo al de Jesús. Incluso la queja de Jonás tras el arrepentimiento de NÃnive proporciona una visión sobre Jesús (Jonás 4:1-3). Jonás se quejó: "SabÃa que tú eres un Dios misericordioso y compasivo, lento para enojarte y lleno de amor inagotable. Estás dispuesto a perdonar y no destruir a la gente" (Jonás 4:2, NTV). La misericordia y la compasión de Dios se cumplen en última instancia en Jesús, el Cordero sacrificado por nuestro pecado.