- Necesitamos ser salvos porque estamos completamente perdidos en el pecado. No es que necesitamos salvarnos a nosotros mismos, no podemos hacerlo, sino que necesitamos ser salvados. La Biblia enseña la depravación total de la raza humana; es decir, cada aspecto de nuestro ser ha sido corrompido por el pecado. "Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno" (Romanos 3:10-12). Necesitamos al Buen Pastor para buscar la oveja perdida y llevarla a casa, regocijándose (ver Lucas 15:3-6).
- Necesitamos ser salvos porque estamos espiritualmente muertos. Antes de la salvación, estamos "muertos en [nuestros] pecados" (Colosenses 2:13). Los muertos no pueden hacer nada por sà mismos. Necesitamos resurrección. Necesitamos el poder vivificador de Cristo, que solo puede vencer a la muerte.
- Necesitamos ser salvos porque estamos en desacuerdo con Dios. "Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden" (Romanos 8:7-8). Necesitamos a Jesús, el PrÃncipe de Paz, para reconciliarnos con Dios y traernos a la familia de Dios como hijos e hijas adoptados.
Cuando Jesús le dijo a Nicodemo: "Debes nacer de nuevo", habló de una necesidad (Juan 3:7). Ser salvado, recibir el nuevo nacimiento, no es solo una buena idea o una sugerencia divina. Es la necesidad más profunda del alma humana: "Necesitas nacer de nuevo."