Respuesta:
La frase "imagen tallada" proviene de la Nueva Biblia Latinoamericana y se encuentra por primera vez en Éxodo 20:4 en el segundo de los Diez Mandamientos. La palabra hebrea traducida como "imagen tallada" literalmente significa "un Ãdolo". Una imagen tallada es una imagen esculpida en piedra, madera o metal. Puede ser una estatua de una persona o animal, o un relieve esculpido en una pared o poste. Se diferencia de una imagen fundida, que es metal derretido vertido en un molde. Los postes abstractos de Asera, los Baal de madera tallada cubiertos con hojas de oro, y los grabados de dioses que acompañan a los jeroglÃficos egipcios son imágenes talladas.
La evolución de la idolatrÃa en una religión pagana suele comenzar con el reconocimiento de un poder que controla las fuerzas naturales. Luego se piensa que la presencia de esa fuerza habita en un objeto, como una piedra, o en un lugar, como una montaña. El siguiente paso es alterar un objeto natural, como una piedra, un árbol plantado de manera intencional, o un poste de Asera tallado, y pedir a la fuerza que lo habite. Cuando la cultura idólatra ha tenido tiempo para contemplar la personalidad del dios, entonces crean imágenes fÃsicas correspondientes: una estatua que se parece a una mujer o un relieve esculpido que se parece a un animal. Las imágenes talladas pueden ser cualquiera de los dos últimos pasos.
La evolución espiritual es parecida. Las personas comienzan queriendo algo (Efesios 5:5; Colosenses 3:5), generalmente hijos, prosperidad o buenas cosechas. Observan las circunstancias (que algunos reconocen, están establecidas por Dios, y otros piensan que son independientes) que llevan a estas cosas y empiezan a atribuir a las fuerzas causales caracterÃsticas humanas, creando asà dioses. Se destinan lugares para comunicarse con estos falsos dioses. Por conveniencia, se traen a las casas objetos más pequeños, considerados portadores del poder o la forma de comunicación de los dioses. En poco tiempo, las personas quedan atrapadas por la necesidad de rendir homenaje a un objeto de su propia creación en lugar de al Dios del universo.