La Biblia habla de la realidad del infierno de la misma manera que la realidad del cielo (Apocalipsis 20:14-15; 21:1-2). El concepto de una existencia real, consciente, y para siempre en el infierno, es tan bÃblico como una existencia real, consciente, y para siempre en el cielo. Tratar de separarlos simplemente no es posible desde un punto de vista bÃblico.
En realidad, la Biblia da muy pocos detalles sobre el infierno. Sabemos que originalmente estaba destinado a los demonios, no a las personas (Mateo 25:41). La experiencia de estar en el infierno se compara con la de estar ardiendo (Marcos 9:43; 9:48; Mateo 18:9; Lucas 16:24). Al mismo tiempo, el infierno se compara con la oscuridad (Mateo 22:13) y se asocia con un intenso dolor (Mateo 8:12) y horror (Marcos 9:44).