Una objeción frecuente a la Trinidad es que la doctrina implica lógicamente al triteÃsmo (la creencia en tres dioses). Pero, ¿es válida esta crÃtica? ¿Está la teologÃa trinitaria en conflicto con el claro monoteÃsmo de las Escrituras hebreas? ¿O acaso los primeros cristianos acertaron al defender el monoteÃsmo del Antiguo Testamento y afirmar al mismo tiempo la plena deidad de tres Personas distintas? Para responder a esta pregunta, necesitamos revisar los datos bÃblicos. La Biblia claramente afirma que hay un solo Dios (IsaÃas 43:10; 1 Corintios 8:4). Además, la Biblia enseña la deidad del Padre (Juan 6:27; Romanos 1:7; 1 Pedro 1:2), del Hijo (Juan 1:1-3; Hebreos 1:2; Tito 2:13; Colosenses 1:16-17) y del EspÃritu Santo (Hechos 5:3-4; 1 Corintios 3:16). Además, los escritores bÃblicos hacen todo lo posible por afirmar que las tres Personas son distintas entre sà (Mateo 28:19; Romanos 15:30; 2 Corintios 13:14). Por lo tanto, aunque es cierto que la palabra trinidad no se encuentra en la Biblia, el concepto sà lo está.
La persona puede ser definida como "un centro de autoconciencia". Una persona tiene mente, emociones y voluntad, puede comunicarse con los demás y es capaz de realizar acciones. Cuando hablamos del concepto de persona en relación con la Trinidad, estamos describiendo distinciones en Dios. Las tres Personas del único Dios trino poseen los atributos completos de la deidad. Las tres Personas son verdaderamente divinas, pero eternamente distintas entre sÃ. Las Personas divinas pueden, y de hecho, se comunican entre sà (Juan 17:1-26; Hebreos 1:8-9). En esencia, Dios tiene tres centros de autoconciencia. Sin embargo, este único Ser (el Dios trino de las Escrituras) posee una esencia indivisible. Solo existe un Ser que es Dios, y este único Ser es tripersonal, con cada una de las tres Personas en plena posesión de la naturaleza divina.