Pregunta: 驴Cu谩l fue el proceso de decisi贸n sobre el canon del Nuevo Testamento?
Respuesta:
Una explicaci贸n completa del proceso de decisi贸n sobre el canon del Nuevo Testamento requerir铆a un libro entero, y de hecho se han escrito libros sobre ello; sin embargo, es posible dar una visi贸n general b谩sica en un breve art铆culo.
El canon es la lista de libros autorizados que componen el Nuevo Testamento. Hubo muchos otros documentos cristianos primitivos, y algunos de ellos pueden haber sido muy 煤tiles, mientras que otros eran her茅ticos. El canon es la lista de los que Dios ha dado a la Iglesia por inspiraci贸n del Esp铆ritu Santo. Los esc茅pticos suelen decir que la Iglesia primitiva era muy diversa y que, con el paso del tiempo, una versi贸n del cristianismo se impuso a las dem谩s. Los "vencedores" decidieron qu茅 libros tendr铆an autoridad y, por supuesto, eligieron los libros con los que estaban de acuerdo o que estaban de acuerdo con ellos. Adem谩s, muchas veces se afirma que la Iglesia simplemente decidi贸 qu茅 libros incluir en el Nuevo Testamento siglos despu茅s de que Jes煤s y los ap贸stoles hubieran desaparecido de escena. (隆Esto implica que Jes煤s, a trav茅s del Esp铆ritu Santo, no particip贸 para nada en el proceso!)
Es importante subrayar que los l铆deres de la Iglesia no decidieron qu茅 libros incluir en el canon, sino que intentaron descubrir qu茅 libros Dios hab铆a dado realmente a la Iglesia y, por tanto, deb铆an incluirse. Al intentar determinar qu茅 libros eran inspirados y autoritativos (libros que deb铆an incluirse en el canon), la iglesia primitiva ten铆a tres requisitos principales:
- Autoridad apost贸lica: Cristo encomend贸 a Sus ap贸stoles la tarea de preservar Su ense帽anza y llevarla a todo el mundo. Para que un libro se incluyera en el canon, deb铆a estar relacionado con un ap贸stol o con alguien que hubiera visto a Jes煤s resucitado y hubiera o铆do Su ense帽anza personalmente. Algunos de los libros fueron escritos directamente por ap贸stoles: Mateo, Juan y Pedro escribieron libros que se incluyeron en el canon. Se dice que el Evangelio seg煤n Marcos se bas贸 en la predicaci贸n de Pedro. Lucas escribi贸 Lucas y Hechos bas谩ndose en entrevistas a testigos oculares y documentos de primera mano (Lucas 1:1-4). Tambi茅n fue compa帽ero de viaje del ap贸stol Pablo y vivi贸 de primera mano muchos de los acontecimientos de los Hechos. Santiago y Judas fueron escritos por los hermanastros de Jes煤s y no eran creyentes en vida de Jes煤s. Sin embargo, Jes煤s se apareci贸 a su hermano Santiago despu茅s de la resurrecci贸n (1 Corintios 15:7), y este se convirti贸 en creyente. No se informa de tal aparici贸n en el caso de Judas, pero puede suponerse con seguridad que hab铆a o铆do las ense帽anzas de Jes煤s y que algo espectacular le hizo cambiar de opini贸n sobre Jes煤s, probablemente una aparici贸n posterior a la resurrecci贸n. Jes煤s se apareci贸 directamente a Pablo y le encarg贸 que fuera ap贸stol.
Hab铆a otros libros que pod铆an ser 煤tiles para los cristianos, pero, si no ten铆an una conexi贸n apost贸lica, se rechazaban como no can贸nicos. Algunos libros fueron escritos en nombre de un ap贸stol, pero, si era evidente que no lo hab铆a escrito realmente, ese libro era rechazado.
- Doctrina ortodoxa: Hubo muchos documentos primitivos que pretend铆an ense帽ar la doctrina cristiana, pero conten铆an errores. Gran parte del Nuevo Testamento se escribi贸 para combatir estos errores. Se rechazaba cualquier documento que contradijera la ense帽anza aceptada de los ap贸stoles. La ense帽anza de los ap贸stoles se transmiti贸 oralmente durante a帽os antes de que existiera el Nuevo Testamento tal como lo conocemos. Se ha demostrado que la transmisi贸n oral en las culturas que la practican es muy precisa, no como el "juego del tel茅fono" con el que a menudo se la compara.
- Amplia aceptaci贸n: Hab铆a otros libros que pod铆an ser 煤tiles y doctrinalmente correctos y que fueron utilizados por parte de la Iglesia en diversos lugares. Sin embargo, para ser considerado can贸nico, un libro deb铆a tener una amplia aceptaci贸n y el reconocimiento de su naturaleza autoritativa en todo el mundo cristiano. Las cartas escritas por Pablo a las iglesias de Asia Menor se guardaron, se copiaron y circularon por todo el mundo civilizado, y los cristianos de todo el mundo reconocieron su naturaleza autoritativa. Esto es lo que cabr铆a esperar si Dios estuviera realmente implicado en el proceso de decidir el canon.
A medida que se aplicaban estas pruebas de autenticidad, empezaron a surgir 27 libros. Durante un tiempo hubo algunas dudas o discusiones sobre un libro aqu铆 o all谩, pero los 27 libros del Nuevo Testamento que hoy aceptan los cristianos fueron los que surgieron como resultado de la aplicaci贸n de las directrices anteriores. A medida que surg铆a esta visi贸n del canon, diversos concilios y s铆nodos eclesi谩sticos dieron reconocimiento formal a lo que la Iglesia hab铆a llegado a reconocer org谩nicamente. (Esto es algo parecido a c贸mo se aplica el t茅rmino cl谩sico a las obras literarias. Ninguna persona decide que un determinado libro sea un "cl谩sico" de la literatura inglesa. El estatus de "cl谩sico" simplemente surge bas谩ndose en las cualidades intr铆nsecas del libro y en su amplia aceptaci贸n).
El S铆nodo de Laodicea (363) prohibi贸 el uso de varios libros no can贸nicos. No se dio una lista formal de libros can贸nicos, pero la diferencia entre los dos tipos de libros era obviamente evidente, y ninguno de los libros prohibidos se acept贸 posteriormente como can贸nico.
El Concilio de Hipona (393) declar贸 que los 27 libros del Nuevo Testamento eran can贸nicos.
El S铆nodo de Cartago (397) declar贸 que en las iglesias s贸lo deb铆an leerse los libros can贸nicos, y enumer贸 los 27 libros del Nuevo Testamento.
El Concilio de Cartago (419) reafirm贸 el canon existente.
Antes de estos concilios, muchos l铆deres de las primeras iglesias tambi茅n enumeraron libros que se consideraban autorizados en su 茅poca. Hubo alguna inclusi贸n ocasional de un libro que finalmente se excluy贸 o alguna duda sobre un libro que finalmente se incluy贸, pero, en su mayor parte, existe un acuerdo notable sobre qu茅 libros eran inspirados y autoritativos.
Aceptamos por fe que el canon es correcto; sin embargo, no es una fe ciega. La Iglesia primitiva ten铆a ideas muy concretas sobre qu茅 tipo de libros deb铆an incluirse en el canon, y los cristianos modernos pueden afirmar sus decisiones. Sin duda, estaban en mejor posici贸n que nosotros para tomar esta determinaci贸n, por lo que parecer铆a el colmo de la arrogancia acusarles de error.
