Surgieron divisiones entre los judÃos helenistas y los judÃos hebreos. Los judÃos palestinos o hebreos se enorgullecÃan del hecho de que siempre habÃan vivido en la tierra de los patriarcas y que hablaban el idioma de sus padres. Estaban cerca del templo y adoraban allà regularmente. Por otro lado, los judÃos helenistas de otras partes del mundo estaban celosos del primer grupo y se sentÃan como extraños. Lamentablemente, la discordia entre los dos grupos no se resolvió automáticamente al convertirse al cristianismo, como demuestran las quejas sobre la distribución de alimentos a las viudas de los dos grupos. Sin embargo, en un maravilloso ejemplo de sabidurÃa piadosa y unidad cristiana, la iglesia primitiva resolvió la disputa, y se creó el oficio de diácono (Hechos 6:2-6).