La omnificencia de Dios es parte de Su omnipotencia, Su cualidad de ser infinito en poder. Dios es más fuerte y poderoso que cualquier ser u objeto creado. En Job 37:23, Eliú dice: "Él es Todopoderoso, al cual no alcanzamos, grande en poder; y en juicio y en multitud de justicia no afligirá". JeremÃas 32:17 (NBLA) dice: "¡Ah, Señor Dios! Ciertamente, Tú hiciste los cielos y la tierra con Tu gran poder y con Tu brazo extendido. Nada es imposible para Ti". Dios tiene el poder de hacer todas las cosas.
Otro atributo de Dios relacionado con la omnificencia es Su omnisciencia, la cualidad de Dios que lo identifica como infinito en conocimiento. La omnisciencia de Dios trabajó mano a mano con Su omnificencia en la creación: "Con sabidurÃa fundó el Señor la tierra, con inteligencia estableció los cielos" (Proverbios 3:19, NBLA). Siendo omnipotente, y habiendo creado todas las cosas, Dios naturalmente conoce todas las cosas. Primera de Juan 3:20 dice que Dios es más grande que nuestros corazones y conoce todas las cosas. IsaÃas 46:10 dice que Dios conoce tanto el futuro como el pasado: "que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho". Él nos conoce de principio a fin; conoce nuestros pensamientos, incluso antes de que se formen en nuestra mente: "Aun antes de que haya palabra en mi boca, oh Señor, Tú ya la sabes toda" (Salmo 139:4, NBLA).